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¿Qué es la violencia contra las mujeres?

Puede parecer ser algo evidente, pero no lo es. Hay tipos de violencia encubierta o bien normalizada. Violencia no solo son agresiones físicas o verbales evidentes, lamentablemente en este “iceberg” las evidentes son la punta y hay una gran porción que queda bajo el agua y es mas difícil de reconocer y, por lo tanto, tomar acción o buscar ayuda para salir de esta situación.

La violencia contra las mujeres es toda conducta, por acción u omisión, basada en razones de género, que, de manera directa o indirecta, tanto en el ámbito público como en el privado, basada en una relación desigual de poder, afecte su vida, libertad, dignidad, integridad física, psicológica, sexual, económica o patrimonial, participación política, como así también su seguridad personal.

Cualquier forma de violencia se manifiesta como un «intento de socavar, atentar contra nuestra libertad y nuestra autonomía» Existen seis tipos de violencia definidos formalmente: física, psicológica, sexual, económica y patrimonial, simbólica y política.

Las violencias de género son un problema estructural de la sociedad, por ende, emergen en distintos ámbitos de la vida cotidiana, dando lugar a nueve modalidades de violencia en nuestros espacios cotidianos: doméstica, institucional, laboral, contra la libertad reproductiva, obstétrica, mediática, en el espacio público y público-política, la violencia ejercida en espacios digitales o ciber-violencia.

Las estimaciones mundiales publicadas por la OMS indican que alrededor de una de cada tres mujeres en el mundo han sufrido violencia física y/o sexual de pareja o violencia sexual por terceros en algún momento de su vida.

¿Cómo se manifiesta la violencia de género?

Como puede observarse en el Iceberg de la violencia de género, existen formas explícitas y visibles de violencia (el femicidio, la violencia física, la violación, el abuso sexual, amenazar, gritar, insultar) e invisibles (manipular, humillar, desvalorizar, despreciar, ignorar, culpabilizar, chantaje emocional).

Este tipo de comportamientos nocivos, naturalizadas muchas veces en las relaciones, al pasar desapercibidas como tales, difícil de explicar para la víctima e incomprensible para personas cercanas a ella, van generando una condición de posibilidad para que sucedan y emerjan otras violencias.

La violencia también puede presentarse de formas sutiles e invisibles (el humor sexista, los comportamientos controladores, la publicidad sexista, invisibilización, lenguaje sexista, anulación, micromachismo).

La violencia de género también incluye discriminaciones por homofobia, transfobia o contra las personas trans o de la comunidad LGTB+.

¿Cuáles son las consecuencias de la violencia de género?

La violencia de género puede tener consecuencias no fatales y fatales.

Consecuencias no fatales:

La violencia de género ocasiona graves problemas de salud física, mental, sexual y reproductiva a corto y largo plazo. Salud física (fracturas, síndrome de dolor crónico, cefaleas, lumbalgias, dolores abdominales, trastornos gastrointestinales, limitaciones de la movilidad y mala salud general).

Salud mental (depresión, ansiedad, trastorno de estrés postraumático, trastornos del sueño y alimentarios, baja autoestima, abuso de alcohol y drogas, sufrimiento emocional e intento de suicidio).

Salud sexual y reproductiva (infecciones de transmisión sexual, embarazo no deseado, complicaciones en el embarazo, aborto inseguro).

Consecuencias fatales:

Femicidio, suicidio, mortalidad relacionada con ETS y mortalidad materna. Las consecuencias de la violencia de género van más allá de las víctimas, afectando a los hijos y las hijas de mujeres víctimas de violencia; a las familias y también causan efectos sociales y económicos.

¿Qué hacer si crees que esto te está pasando?

Vivir una situación de violencia de género nubla todos los aprendizajes, los deseos, las voluntades, la autonomía y el poder. Debe evitarse a toda costa, enfrentar al agresor ya que puede acabar de la peor manera, la vida de la víctima es indispensable y no puede exponerse a tal riesgo.

 Hay “Planes de acción” recomendados para dos situaciones diferentes:

  • Si la situación de violencia está empezando y la puedo detectar fácilmente, implementar alguna estrategia para salir de esa relación antes de que las cosas escalen y pasen a mayores.
  • Si la situación ya empezó y es más difícil alejarse, es importante pedir ayuda, saber que no estamos solas, tomar distancia y luego sí es necesario hacer la denuncia correspondiente.

Recuerda que no estás sola en esto, recurrir a personas de tu confianza pueden aclarar muchas dudas de lo que pudiese estar rondando por tu cabeza. Estamos consientes que este tema puede ser vergonzoso y difícil de enfrentar pero el llamado es a tomar acción.

Si tienes inquietudes o necesitas hablar de este tema puedes agendar una consulta con un profesional especializado, estamos para ayudarte.

 

Liliana E. Cohen

@lilianacohen.psicologa

Licenciada en Psicología

Universidad de Buenos Aires

Teléfono / Whatsapp: +54 9 11 64489987

Contenido desarrollado por Liliana Cohen